Archivado en | Pensamientos

Hasta siempre querido amigo

Publicado el 13 marzo 2013 por manuguerrero

Antonio Pérez Morte

Una de las mejores cosas que me ocurría últimamente al encender el ordenador era encontrarme con el poeta Antonio Pérez Morte conectado. Entraba en Facebook y me gustaba comprobar que junto a su nombre había una lucecita verde encendida. Suponía poder hablarle y pegarnos un buen rato conversando sobre casi cualquier cosa, a veces incluso a muy altas horas de la madrugada.

Nuestra amistad no fue nada convencional, desde luego. Hace unos 7 u 8 años dejó un mensaje en mi blog porque había visto, casualidades del destino, una foto en la que aparecía yo junto a un amigo suyo aragonés, con el que me volvió a poner en contacto después de muchos años. Desde entonces y hasta ahora se fue forjando una amistad lejana (cada uno vivía en una punta de España) pero estrecha (lo sabíamos casi todo el uno del otro). Nos hablábamos de libros, poemas, canciones, sus hijos, nuestras parejas… y me enviaba paquetes enteros de discos. Labordeta, Petisme y Sopeña eran sus debilidades. Lo último que me recomendó fue la música de Rafael Berrio, y me contó que había sido una recomendación que le había hecho Félix Romeo y al que no se lo pudo agradecer. Exactamente lo mismo que me ha ocurrido a mí. Imposible decirle ahora que me parece un artista conveniente y necesario, y que me hubiera encantado que lo escucháramos juntos, con un vaso lleno entre las manos. Me temo que ya es demasiado tarde.

Hace apenas una semana fue la última vez que hablamos y en otro derroche de generosidad me pidió mi nueva dirección para enviarme su último poemario, ese que llevo buscando en mi buzón desde entonces sin resultados positivos. Igual no llega nunca… Por suerte me queda «Escombros», una recopilación de sus poemas en el que me dedicó «Cementerio de animales» y sobre el que escribí estas líneas de agradecimiento.

Y es que siempre se portó muy bien conmigo. Siempre tenía unas palabras de aliento, un consejo de senador, una nostalgia de poeta. Releo ahora algunos de sus versos y se me hielan las entrañas: “Sólo queda el recuerdo, / es decir, la cicatriz transparente. / Vivir amnésico el resto de la muerte, / y paladear cada renuncia. / Sólo queda / esperar el milagro / de perder la razón / y volverse masoquista, / para gozar el dolor / que cada día nos brinda.”

Todo esto es terrible, Antonio. Ayer eras un hombre feliz, un entusiasta volcado en tus amigos, emocionado con tu familia, muy justo con los que se iban para siempre y hoy fíjate, andarás escribiendo poemas, mano a mano, con tu admirado Labordeta. Un lujo que te merecías pero mucho tiempo después, por supuesto. ¿Sabes? José Antonio Labordeta me habló muy bien de ti aquella noche en la que coincidimos en un plató de televisión. «Antonio tiene un talento desbordante y siempre está pendiente de todos», me dijo emocionado.

El caso es que la luz ya nunca más será verde, querido Antonio, pero siempre te llevaré conmigo.

Abrazos para Ana y vuestros hijos.

Artículos relacionados

3 Comentarios en esta entrada

  1. Juan Pérez Gargallo Says:

    Muchas gracias de crazon por tu apoyo

  2. Ana Gargallo Says:

    Muchas gracias por todo, cuando puedas nos envías tu dirección y también cuando nosotros estemos en condiciones te enviaremos el libro.

  3. manuguerrero Says:

    Muchas gracias a ti, Ana. Y ánimo.

    Te escribiré un mail.

    Saludos.

Responder

Social Widgets powered by AB-WebLog.com.