Archivo | mayo, 2025

Loquillo se rodea de leyendas en su regreso al rock & roll

Publicado el 30 mayo 2025 por manuguerrero

No queda la menor duda de que el Loco es incombustible: tras concluir una exitosa gira de 30 años de transgresiones poéticas, publicar su nueva entrega de memorias (‘Paseo de gracia‘, 2025) y vender de sopetón la primera tirada de ‘Europa’, el majestuoso vinilo blanco dedicado a la obra homónima de Julio Martínez Mesanza, planea ya la que será su gira de retorno a los más puros estándares del rock and roll animal, los que le colocaron hace décadas en lo más alto de la música nacional. Y esa gira vendrá, cómo no, acompañada de un nuevo disco, esta vez de clásicos imprescindibles cantados junto a estrellas de distinto pelaje y condición.

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Vuelve «El Último de la Fila», pero ¿quiénes diablos son?

Publicado el 28 mayo 2025 por manuguerrero

En una época en la que las giras se anuncian por TikTok y los hits nacen en Reels, el regreso de El Último de la Fila podría sonar, para muchos jóvenes, como el de una banda sacada de una cápsula del tiempo. Como si a mí, a los 20 años, me dijeran que regresaban Los Pekenikes. Y en cierto modo, es normal.

Este mítico dúo catalán, formado por Manolo García y Quimi Portet, fue durante los años 80 y 90 una de las bandas más influyentes, haciendo pop con claras influencias del rock andaluz, y cosechando un éxito desmedido entre gente muy dispar. Se separaron en 1998, cuando muchos de los actuales oyentes de música urbana ni siquiera habían nacido. Tanto Manolo como Quimi continuaron haciendo música en solitario, y en el caso de García, con un éxito similar al que había tenido el grupo. Su primer disco fue «Arena en los bolsillos», que me pilló en primero de Periodismo y haciendo mis pinitos en varias revistas musicales. Recuerdo que cuando Manolo García pasó por Sevilla para presentar el disco, allí me planté y tras el show, muy generoso, me dijo: «Chaval, pasa conmigo al camerino y pregúntame lo que quieras». Aquello acabó a las cuatro de la madrugada y me fui a dormir con la sensación de que era una estrella enorme en el uniforme de una persona sencilla.

Ahora, más de dos décadas después, anuncian su vuelta a los escenarios con una gira que promete ser más que una simple nostalgia: una reivindicación de una forma de hacer música que ya casi no se estila.

El Último de la Fila fue una banda singular, difícil de etiquetar. Combinaban letras poéticas, a menudo crípticas, con melodías pegadizas, influencias mediterráneas, toques de rock y una sensibilidad pop muy personal. Su música fue la banda sonora de una generación que vivió la transición democrática, el desencanto juvenil y la efervescencia cultural de la Movida.

Aunque sus comienzos fueron modestos, su ascenso fue meteórico. Llegaron a llenar estadios y sus discos vendían millones de copias, algo poco habitual para una banda que nunca fue del todo “mainstream”. En 1993, la revista Billboard los reconoció como el grupo más importante del pop-rock español.

Su reunión parecía tan improbable como la de Duncan Dhu, pero torres más grandes han caído.

Cinco canciones esenciales para iniciarse en ‘El último de la fila’

Para los que no tienen ni idea de quiénes son, aquí van cinco canciones clave para descubrir (o redescubrir) su legado:

1.«Insurrección»
Un himno generacional. Guitarras afiladas, letra desgarradora y una interpretación vocal que escupe rabia y belleza a partes iguales. Una de las canciones más coreadas en sus conciertos. Habrás escuchado, seguramente, la versión con Miguel Ríos, con un ritmo mucho más acertado.

    2. «Aviones plateados»
    Una mezcla perfecta de melancolía y esperanza. Suena a carretera, a despedidas y a cielos infinitos. Es probablemente una de las letras más poéticas de su repertorio.

    3. «Como un burro amarrado en la puerta del baile»
    Irónica, crítica y profundamente original. Esta canción es un ejemplo del estilo irreverente y reflexivo de Portet y García.

    4. «Querida Milagros»
    Con una sencillez desconcertante, esta canción se ha convertido en una de las favoritas de los fans más acérrimos. Es una historia en miniatura, contada con sensibilidad cinematográfica. Junto a «Insurrección», mi canción favorita.

    5. «Lápiz y tinta»
    Una canción que destaca por su belleza y la simplicidad de su mensaje, entorno a la creación y la vida cotidiana.

      ¿Por qué su regreso es importante?

      Más allá de la nostalgia, el regreso de El Último de la Fila pone en el centro del debate la vigencia del lenguaje musical de una época pre-digital. En tiempos de canciones de 90 segundos, el dúo regresa con temas densos, complejos y cargados de mensaje. ¿Funcionarían hoy? ¿Conectarán con las nuevas generaciones o quedarán como un bonito recuerdo para los que ahora peinamos canas?

      Lo que sí es seguro: cuando Manolo y Quimi suban al escenario y empiecen a sonar los acordes de «Insurrección», más de uno, incluso sin saber quiénes diablos son, va a sentir algo. Y eso ya es mucho.

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      ‘El Legado de Espartaco’, líder de audiencia en la tarde del domingo

      Publicado el 26 mayo 2025 por manuguerrero

      La nueva temporada de ‘El Legado de’, el programa de entretenimiento que hacemos desde 2016 en Happy Contents, ha comenzado fuerte. Se estrenó el pasado sábado con un magnífico 9.4% de share, casi dos puntos por encima de la media diaria de Canal Sur, con el capítulo dedicado al Monstruo de Córdoba, Manolete, posiblemente el torero más importante de todos los tiempos. Pero si el dato fue bueno en la primera entrega, mucho mejor lo fue el domingo, capítulo dedicado a otro figurón, José Antonio Ruiz ‘Espartaco’, quien a día de hoy sigue ostentando un meritorio título, el de haber sido más años que nadie primera figura del toreo. En ese caso, la audiencia se disparó hasta el 12.9% de audiencia, siendo la primera opción para el público andaluz entre toda la oferta de la tarde (La 1: 3.9%, Antena 3: 9.4%, Cuatro: 8.9%, Telecinco: 8.1%, La Sexta: 3.9%…). Pero además, ‘El Legado de Espartaco’ fue también lo más visto de la Forta en su horario.

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      10 productos estrella que no encontrarás en Mercadona

      Publicado el 23 mayo 2025 por manuguerrero

      Mercadona domina el mapa del consumo en España, pero hay delicias que no caben en sus pasillos, copados por abundantes productos de marca blanca o de fabricación valenciana. Pequeños productores, recetas familiares y artesanía alimentaria quedan sistemáticamente fuera de sus estanterías. Aquí te traemos diez productos estrella que destacan por su calidad y que, sin embargo, no forman parte del catálogo de Mercadona.

      1. Salsa al whisky de Montealbor (Sevilla)

      Un emblema de la cocina sevillana. Esta salsa, elaborada artesanalmente en Alcalá de Guadaíra, es la compañera perfecta de carnes, especialmente el clásico solomillo al whisky. Ingredientes naturales y sabor casero, tal como manda la tradición.

      2. Patatas fritas “Doña Papa” (Cádiz)

      Con sello gaditano y alma de feria, estas patatas son fritas a mano y con mimo. Su textura crujiente y sabor auténtico las han convertido en un producto de culto entre los amantes del aperitivo andaluz.

      3. Morcilla achorizada «Marqués del Valle» (Córdoba)

      Una receta artesanal típica de la sierra de Córdoba. Sin aditivos artificiales, sin conservantes y sin colorantes.

      4. Aceite de oliva virgen extra “Finca La Torre” (Málaga)

      Premiado internacionalmente, este AOVE ecológico de Bobadilla (Antequera) destaca por su perfil verde y complejo. Un producto premium que no verás en los lineales del supermercado, pero que marca la diferencia en la cocina.

      5. Queso payoyo de Villaluenga del Rosario (Cádiz)

      Elaborado en la Sierra de Grazalema con leche de cabra payoya, este queso andaluz ha conquistado paladares dentro y fuera de España. Curado en cuevas naturales, tiene un sabor intenso e inolvidable.

      6. Chicharrones especiales de Chiclana (Cádiz)

      Ni embutido ni fiambre: un bocado con identidad propia. Estos chicharrones, crujientes por fuera y melosos por dentro, son un tesoro gastronómico que solo se encuentra en charcuterías locales.

      7. Miel de castaño de la Alpujarra (Granada)

      Recolectada en los valles de la Alpujarra granadina, esta miel oscura y aromática es rica en antioxidantes y sabor. Pura, sin filtrar ni pasteurizar: un producto vivo y auténtico.

      8. Vino dulce “Don PX” (Montilla-Moriles, Córdoba)

      Este vino de pasas, típico de la campiña cordobesa, es denso, aromático y con notas de higo y cacao. Ideal para postres o para maridar con quesos fuertes. No es un vino de consumo masivo, pero sí de culto.

      9. Chorizo artesanal de jabalí de «Cayma» (Cazorla, Jaén)

      Receta de sierra con carne de caza. Una verdadera delicia para el paladar.

      10. Patatas de San José de la Rinconada (Sevilla)

      Las patatas nuevas de esta localidad sevillana destacan por su calidad y sabor. Sin embargo, es imposible encontrarlas en ningún establecimiento de Mercadona, ni siquiera en los de la propia Rinconada.

      Y tú, ¿qué productos echas en falta en el Mercadona de tu barrio?

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      ‘El Legado’ de los mejores toreros de la Historia, en Canal Sur TV

      Publicado el 23 mayo 2025 por manuguerrero

      Vuelve «El Legado» a Canal Sur TV, tras el éxito de las temporadas anteriores. En esta ocasión, centrado en toreros que marcaron épocaManolete estrena esta edición del programa documental estrella de ‘Happy Contents’ este sábado, 24 de mayo (17:30 horas), de la mano de Toñi Moreno como presentadora, que desvelará la parte más desconocida de uno de los mayores mitos de la tauromaquia. Espartaco, Curro Romero, Cristina Sánchez o Juan José Padilla protagonizarán próximas entregas.

      En esta primera cita contaremos en plató con el torero Finito de Córdoba, que desvelará que su carrera en los ruedos siempre ha estado presente la figura de Manolete. Además, contará cómo vive un torero la exigencia de la afición y por qué el histórico maestro cordobés quiso retirarse antes de la fatídica tarde de su muerte.

      A lo largo del programa se repasará la vida de Manolete, el torero que se convirtió en leyenda, a través de las voces del hijo de su mozo de espadas, Romi González; o de su sobrina, Pilar Martín, que en la actualidad es la única familiar con vida de la estirpe de Manolete. Ella contará con detalle cómo fue la historia de amor de su tío con Antoñita Bronchalo, más conocida como Lupe Sino y con la que supuestamente pretendía contraer matrimonio tras retirarse de los ruedos.

      Además, el programa contará con el análisis de los periodistas taurinos Ana María Romero y Manuel Jesús Montes que descubrirán, junto a la audiencia, un objeto que perteneció a Manolete y que, hasta la fecha, nunca se había mostrado en televisión: en exclusiva, «El Legado» ha conseguido los telegramas que Manolete escribía a su madre desde México, donde le aseguraba que las noticias que llegaban a España sobre su futuro casamiento eran mentira. Estos tesoros, y muchos más, forman parte de la colección privada del fotoperiodista Ladis Rodríguez, que compartirá una anécdota completamente desconocida que dejará a todos los invitados y a la mismísima Toñi Moreno con la boca abierta.

      Durante la emisión, y como es costumbre en «El Legado», también habrá lugar para la música que en esta temporada viene de la mano de la Banda del Maestro Tejera, formación nacida en 1910 que ha acompañado durante lustros con sus pasodobles taurinos las tardes de toros de la Plaza de la Maestranza de Sevilla, y que en esta ocasión interpretará el pasodoble ‘Manolete’. Por su parte, La Flaka pondrá voz a la trayectoria del torero con su particular versión de la canción ‘Historia de un amor’.

      Segundo episodio: ‘El Legado de Espartaco’

      La siguiente entrega de “El Legado” está dedicada a un maestro al que muchos califican como ‘la última gran figura del toreo del siglo XX, José Antonio Ruiz Espartaco.

      El programa contará con el testimonio, en exclusiva, del propio torero, a quien Toñi Moreno ha visitado en su finca de Constantina. Allí el diestro confesará a la presentadora que su destino no estaba en las plazas de toros, pero que luchó por ser alguien en el mundo taurino ante la atenta mirada de su padre, que le impuso durísimos entrenamientos. Además, el maestro le reconocerá que estaba a punto de tirar la toalla y de abandonar su carrera, cuando el toro ‘Facultades’ cambió el rumbo de su vida, tras una mítica corrida.

      Ya en plató, Toñi Moreno contará con la compañía de Pepín Liria, que desvelará que, a pesar de la gran amistad que le une a Espartaco, hasta hace muy poco lo llamaba ‘maestro’. En el sofá, también los acompañarán los analistas taurinos Ana Romero y Manuel Jesús Montes, que recordarán las claves que hicieron que los 80 fueran “los años de Espartaco”, y cómo consiguió mantenerse como número 1 del escalafón taurino durante ocho temporadas.

      El programa también repasará la parte más privada de la vida del diestro y recordará cómo fue su historia de amor con Patricia Rato, un matrimonio al que muchos calificaron como una ‘historia de cuento’, ya que sus protagonistas eran la hija de un banquero y un humilde chico de campo que se acabaría convirtiendo en leyenda del toreo. Para finalizar, “El Legado” también recibirá a uno de los toreros del momento, Borja Jiménez, que contará cómo vivió la retirada de los ruedos del maestro Espartaco ya que fue el mismo día de su alternativa en la Maestranza de Sevilla en el año 2015.

      Y una vez más, también habrá lugar para la música. En este segundo programa de la nueva temporada, la Banda del Maestro Tejera interpretará el pasodoble taurino ‘Espartaco’, mientras que Joana Jiménez pondrá voz a la trayectoria del torero, dando voz al mítico bolero ‘Toda una vida’.

      Primeras emisiones:

      ‘El Legado de Manolete’: sábado, 24 de mayo, a las 17:30 horas en Canal Sur Televisión.

      ‘El Legado de Espartaco’: domingo, 25 de mayo, a las 17:00 horas, en Canal Sur Televisión.

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      Generación X: qué más nos queda por vivir

      Publicado el 18 mayo 2025 por manuguerrero

      Los nacidos entre 1965 y 1980 estamos siendo testigos de una transformación sin precedentes en la historia de la humanidad. Tuvimos infancia en un mundo analógico (yo jugaba a las chapas, a la lima y a innombrables juegos callejeros) y hemos madurado en un entorno digital, presenciando en pocas décadas más avances científicos y tecnológicos que los que vivieron generaciones enteras durante siglos pasados. Un campesino del siglo VIII, por ejemplo, se dormía durante 300 años, y al despertar en el siglo XI, apenas se beneficiaría de la novedad de alguna herramienta agrícola. Pero su mundo, en lo práctico, seguía siendo igual.

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      ‘Regalofobia’: cuando el regalo es un incordio

      Publicado el 15 mayo 2025 por manuguerrero

      Creo que es la primera vez que me ocurre. Poner una palabra en Google y que me salgan cero referencias. Ni una. Ni una triste alusión en Forocoches. Quizá quiso decir «megalofobia»… No, megalofobia, no. Re-ga-lo-fo-bia. Aversión general a dar o recibir regalos. Una aversión asumible, cierto, pero incontrolable, incómoda…

      Recibir un regalo debería ser un gesto de alegría, una celebración del vínculo humano. Sin embargo, para algunas personas, como a mí, la experiencia puede volverse todo lo contrario: incómoda, invasiva o incluso angustiante. A este fenómeno, poco nombrado pero no por ello inexistente, podríamos llamarlo regalofobia: el malestar ante el acto de dar o recibir regalos.

      Desde tiempos antiguos, el intercambio de obsequios ha sido un lenguaje simbólico de poder, afecto, deber y reciprocidad. En muchas culturas, el regalo no es un objeto, sino una declaración: “te pienso”, “te debo”, “te quiero” o incluso, “te controlo”. Esta carga simbólica puede volverse abrumadora para quien no encuentra placer ni naturalidad en estos gestos.

      El filósofo cordobés Séneca, en su obra ‘De beneficiis’, reflexionaba profundamente sobre el dar y el recibir, y decía:

      “El beneficio no está en la cosa que se da, sino en el ánimo con que se da.”

      Pero ¿qué ocurre cuando el “ánimo” mismo es incierto, forzado o socialmente impuesto? Ahí nace el conflicto: regalar deja de ser arte y se convierte en expectativa. Recibir, en vez de gratitud, despierta ansiedad o incluso culpa.

      ¿Por qué incomodan los regalos?

      Quienes experimentan regalofobia suelen compartir ciertas sensaciones:

      Sentirse en deuda: Un regalo puede parecer una obligación encubierta, un contrato invisible que impone reciprocidad. Como los favores, que ni se dan, ni se reciben. Se compran.

      Falta de autenticidad: Los regalos por compromiso pueden sentirse vacíos, incluso hipócritas. Una vez, por mi cumpleaños, me regalaron un libro de Danielle Steel. A la amiga que me lo obsequió, le ofrecí la posibilidad de que lo leyera antes que yo y nunca se lo reclamé. El verdadero regalo había sido que aceptara la invitación a la fiesta.

      Temor a no acertar: Al regalar, el miedo a fallar —a no conocer al otro lo suficiente— puede ser paralizante. A mí también me ha pasado, regalar sin dar en la diana. Y me deja una espina mucho más dolorosa que al revés.

      Mi aversión al regalo es, única y exclusivamente, al «objeto», porque no es fácil acertar, por mucho que todos disimulemos. Que tire la primera piedra quien no haya proferido jamás una sonrisa hipócrita.

      Quizás el camino hacia la reconciliación con los regalos no pase por evitarlos, sino por redefinirlos. Un regalo no tiene por qué ser un objeto. Puede ser tiempo, atención, una palabra oportuna, una llamada telefónica o escuchar un audio de WhatsApp a velocidad x1, por más que sobrepase los diez minutos de duración. Puede ser la decisión consciente de no regalar nada, sino simplemente de estar.

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      5 años autopelándome y estas son mis conclusiones

      Publicado el 07 mayo 2025 por manuguerrero

      Recuerdo ir a la peluquería como un acto placentero, sobre todo cuando tenías que pedir la vez y esperar leyendo el periódico o las revistas de actualidad semanal, como Tiempo o Interviú. A veces, si tenías suerte, oías la música que te gustaba, como aquella vez en D-Mode que sonaba una maravillosa selección de oldies que incluía algunos de mis grupos favoritos, como Marvelettes, Ronettes o Supremes. Las conversaciones de hombres mayores, a veces -solo a veces- también se me hacían interesantes. Pero eso, poco a poco, fue yéndose inexplicablemente al garete. Ni revistas, ni música guapa ni conversaciones a las que prestar atención. Y lo peor de todo: las peluquerías fueron asumiendo las dinámicas de las clínicas dentales, sin cita previa nada podías hacer. Y en mi caso, no sé vosotros, no puedo anticipar cuándo voy a necesitar un peluquero. Un día me levanto con un pelo pisándome la oreja, y de ese día no puede pasar.

      En ese periodo de desencanto, sin saber ya a qué peluquería acudir sin previo aviso, llegó la maldita pandemia y sus múltiples restricciones. ¿Y ahora qué hago yo con estos pelos, si necesito pelarme una vez al mes? Solo me quedaba una solución: comprarme una máquina cortapelos y asumir el riesgo. Total, «burro trasquilao, a los tres días emparejao« he escuchado siempre. Si metía la pata, encerrado en casa nadie se iba a enterar. Le eché valor y este fue el resultado de mi primer autopelado.

      Han pasado cinco años y lo que comenzó como una salida de emergencia se ha convertido en una pequeña revolución personal de la que estoy muy satisfecho. Explico por qué:

      1. Libertad de horarios (y de espíritu)

      Buscar huecos con premura en una peluquería, ahora que se ha puesto de moda repasarse todas las semanas, es un verdadero incordio para alguien con poco tiempo libre. Ese problema desaparece cuando el peluquero eres tú. Me corto el pelo cuando quiero, incluso en horarios impensables para una peluquería: un domingo por la tarde o un martes a medianoche. Esa flexibilidad no tiene precio. Si un día me levanto y decido que necesito un cambio, solo tengo que enchufar la máquina. Si preciso un pequeño repaso, también.

      2. Un acto íntimo de autocuidado

      Lejos de ser una tarea aburrida, autopelarse puede convertirse en un ritual. Pongo mi música, preparo el espacio, pongo en marcha el incensario y durante esos minutos desconecto del mundo. Es un momento de presencia plena, de concentración y mimo personal. A día de hoy, no lo cambiaría por una charla de compromiso con desconocidos. Además, los restos de pelo son un nitrogenado fertilizante para tus plantas.

      3. Empoderamiento

      Aprender a cortarme el pelo fue, sobre todo, un desafío. Llevaba décadas con el mismo corte: al 2 en los laterales, al 4 en la cima y a tijera el tupé. Parecía fácil, sí, pero al día siguiente hay que salir a la calle. Perderle el miedo al “¿y si me lo dejo mal?”. Poca gente se arma de valor para autopelarse. Al hacerlo, descubrí una sensación parecida a la de ir solo al cine: una especie de libertad tranquila, de independencia silenciosa. Si lo puedo hacer solo, ¿por qué encargárselo a otro? Ahora me río cuando alguien se sorprende al saber que me pelo yo mismo. Es una satisfacción incontenible.

      4. Un ahorro sin (demasiada) importancia

      Antes me cortaba el pelo una vez al mes, pagando una media de 10 euros por visita. La cuenta es fácil, he ahorrado desde entonces 600 euros, menos los 35 que me costó la máquina y que me ha dado exactamente cero problemas. Ese dinero, lo sé, puedo invertirlo en lo que quiera (en discos, en libros, en macetas…) pero no me importaría volvérmelo a gastar en la peluquería si volviera a ser lo que era, un acto placentero sin previo aviso.

      Si alguna vez te has planteado dar el paso, mi consejo es contundente: adelante.

      (En las fotos, el resultado de distintos «autopelados»).

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