Es un asunto muy sensible y ha ocurrido en el peor momento de las relaciones diplomáticas entre dos países tradicionalmente hermanados: España y Argentina. De ahí la desmesurada indignación entre miles de españoles y argentinos y reflejada en el interés de casi un centenar de medios de comunicación. 

Dos jóvenes argentinos han sufrido en primera persona el lado más desagradable de la cerrazón y el nacionalismo de un individuo, el propietario del Bar Metro -situado en el barrio de Nervión de la capital andaluza- que, ante la ira provocada por la expropiación llevada a cabo por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner sobre la petrolera Repsol YPF, decidió ayer prohibir la entrada a su bar a los ciudadanos argentinos.

Es lo que le ocurrió a dos jóvenes (prefieren conservar su anonimato) que entraron a tomarse una cerveza y que tras ver el cartel, sorprendidos, preguntaron las razones y fueron expulsados del local, cometiéndose un delito tipificado en la normativa española sobre derechos y libertades públicas. El propietario de Metro ya se ha retractado, ha retirado el cartel y ha denegado cualquier tipo de declaración a los medios.

Los jóvenes perjudicados, por su parte, se sienten muy indignados aunque quieren aclarar que “la noticia se está exagerando”, ya que esto “no es una cuestión extendida que esté pasando en todo el país, sino que por suerte se trata de un hecho aislado”, recalcan.

Los dos hombres hispanoargentinos llevan 22 años viviendo en España y quieren dejar claro que “la batalla social entre argentinos y españoles que están intentando vender algunos medios de comunicación no es cierta”. Además, han querido agradecer las numerosas pruebas de apoyo y cariño recibidas desde los dos lados del Atlántico.