«Yo no juego con una niña negra». «Ella no se tira por el tobogán porque lo deja lleno de virus». «Ha venido en patera y nos va a contagiar enfermedades». Son solo algunas de las frases que una niña (blanca) utiliza para evitar que otra (negra) juegue en un parque infantil de bolas. Por suerte, se trata del argumentario diseñado para una actriz. Por desgracia, el argumentario está basado en una noticia real.
Hablamos de una cámara oculta realizada por el programa Gente Maravillosa de Canal Sur Tv, presentado por Toñi Moreno. El experimento se grabó en diciembre de 2018 y acumula ya, solo en el canal oficial del programa, casi 17 millones de reproducciones, convirtiéndose en el vídeo más visto en Youtube de la historia de Canal Sur. Ha sobrepasado al niño rapero de Linares (11 millones de reproducciones), a todas las noticias del histórico programa Andalucía Directo o a la divertidísima anécdota de una señora que se durmió en directo durante un programa de Juan Y Medio (1,9 millones de reproducciones), por solo citar algunos de los vídeos más virales de las últimas décadas. Además, 2 de los 5 vídeos más vistos en el canal oficial de Canal Sur corresponden a Gente Maravillosa. Y es que el espacio no solo llegó a convertirse en el programa de la televisión española con más suscriptores (1,25 millones) en Youtube (Operación Triunfo tiene 1,17 millones; Gran Hermano 1,01; El Hormiguero 238.000 etc.) sino que se convirtió en un fenómeno sin precedentes en los 30 años de Canal Sur: nunca otro programa llegó tan lejos a través de internet.
Sin embargo, como responsable de las redes sociales del programa, lo que más me impactó de esa maravillosa etapa profesional no fue la repercusión numérica de las cámaras ocultas, sino su trascendencia emocional. Todos los días recibíamos decenas de mensajes de espectadores que nos agradecían que reflejáramos las injusticias que sufrían en su vida cotidiana. «El programa me ayuda a creer en el ser humano», nos repetían una y otra vez.
Además, los vídeos eran -y siguen siendo- utilizados como material educativo tanto en colegios andaluces como en los de otros países latinoamericanos. «A mis alumnos les pongo vuestros vídeos para educarlos en valores y nunca antes los he visto más atentos en clase», nos contaban día tras día.
Pero volviendo a la cámara oculta que ha pulverizado todos los récords de Canal Sur, me gustaría resaltar algo mucho más importante: ahora que, casi un mes después de la brutal agresión que costó la vida a George Floyd, el mundo sigue inmerso en una oleada de protestas y muestras de indignación, los niños, otra vez los niños, vuelven a decirnos que un mundo más justo no solo es posible sino inevitable.
Compruéblo tú mismo con el vídeo que tienes a continuación:
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