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Cuatro años sin él

Publicado el 19 agosto 2010 por manuguerrero

Aquella sesión de rodaje no la olvidaré jamás. Él llegó en un AVE mañanero, fuimos a recogerlo el chófer y yo. Aún me pregunto qué hacía yo en Santa Justa, no era lo habitual, pero en aquella ocasión se dio así y me alegro. Reconozco que aún yo no conocía su repertorio, había escuchado algunas de sus canciones pero poco más. La música es un mar infinito en el que puedes bucear toda la vida sin tropezarte con los tesoros más valiosos. Pero qué mejor manera que descubrirlos de la mano de su autor.

En el coche estuvimos hablando de un proyecto que tenía entre manos -al parecer en fase avanzada-, de Raúl Alcover (por cierto, qué maravilla su último trabajo El musicante) y de la luz, de la cegadora luz de aquel día. Sevilla estaba espléndida. Como él, que durante toda la jornada derrochó simpatía, cariño y sensibilidad. Nada, absolutamente nada, hacía presagiar lo que vino varias semanas después, el maldito 16 de agosto de ese 2006, un día lluvioso en el que Hilario Camacho decidió torcer la esquina. Dicen que con ansiolíticos.

Ahora, cuatro años después, muchos le recordamos y le sentimos vivo. Yo aún sigo estremeciéndome cada vez que me tropiezo con algún fragmento de aquel 1001 Músicas que tanto me hizo sentir. Esta, además, según nos dijo después la gente de su entorno, fue la última vez que se dejó grabar… Por cierto, me adhiero a quienes piden para él una calle en Madrid

 

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