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Casualidades necesarias

Publicado el 02 abril 2007 por manuguerrero

Si Andrés Calamaro no se hubiera dedicado a la música probablemente esta página no existiría actualmente en el espacio cibernético. Quizá sea porque debo ser muy caprichoso y sólo dejaría en manos de alguien que me conozca meticulosamente el diseño de un lugar donde voy al volcar mi alma en forma de caracteres alfabéticos. Esa es mi intención y creo que Rafa García lo sabe bien porque desde el principio (hace aproximadamente un año) ha puesto toda su voluntad en beneficio de este proyecto común. Nos conocimos porque Andrés volvía a los ruedos después de varios años de retirada escénica y porque alguien pensó que nuestras formas de ser podían ser compatibles. Menudo acierto. Desde aquella mañana en la que bebíamos, cantábamos y tocábamos la guitarra en una plaza de Chueca hasta hoy ha habido un entendimiento mutuo espectacular. Uno ha propuesto y el otro ha ido aceptando. Sin apenas discusión.

Agradezco firmemente que en este año, a pesar de los impertinentes avatares que le han ido surgiendo, haya dedicado tanta profesionalidad a una idea aparentemente ajena. Creo que eso es amistad y amor al periodismo. Es difícil mantener una conversación con él sin que salga por su parte alguna preocupación sobre las diferentes formas de comunicarse y hacer periodismo. Rafa es una de esas pocas personas que entiende que el periodismo, como la sanidad, la seguridad o la educación, es un campo profesional imprescindible para calcular la valided de un sistema democrático cualquiera. Y obviamente yo como periodista se lo aprecio en la medida necesaria.

Trabajar con él ha sido realmente sencillo. Mis impresiones las ha captado con rapidez y sus ideas han encajado perfectamente en mis gustos y preferencias. Al final, el resultado ha sido muy satisfactorio para los dos y pronto brindaremos con champán porque la web ha nacido con plenas facultades de desarrollo y cumpliendo los más estrictos procotocolos de accesibilidad. Ahora lo importante es que vosotros estéis de acuerdo conmigo. Si no, tendrá poco sentido todo lo que ahora digo. Espero comentarios.

La otra pieza fundamental en este proyecto ha sido Antonio José  Galisteo «Gali», quien también puso desde el principio su admirable criterio estético al servicio de los intereses que hemos tenido Rafa y yo. Se encargó de la sesión fotográfica y de montar en clave de videobook una selección de participaciones mías en prensa y televisión. Desde el primer boceto hasta la edición definitiva, el vídeo ha estado exclusivamente a su cargo y los dos -Rafa y yo- nos quedamos alucinados al verlo por primera vez, aunque pronto nos percatamos de que de Gali no podíamos esperar otra cosa peor. Mi trayectoria profesional no ha hecho más que empezar y, sin embargo, el vídeo, gracias a él, ha quedado brillante. Lo podéis ver en la sección Quiero que veas.

¿Os confieso un secreto? Ahora me siento más periodista que nunca. Es lo que siento porque tener una página web es tener un medio de comunicación propio. Supone disfrutar de plena libertad para ejercer una profesión que, en mi caso, también es vocación y necesidad temperamental. Cuando estudiaba en la facultad no se contemplaba como previsible esta posibilidad y se nos enseñaba un código deontológico para prevenir el deterioro de una profesión en manos de determinados intereses particulares. La situación se ha puesto difícil -es decir, interesante, según se mire – ¿y qué ocurre si los tiempos han cambiado? que esto ya no es lo que era para bien o para mal.

Amigos y desconocidos: queda inaugurada oficialmente esta web. Prometo ofrecer el mejor periodismo que sea capaz de hacer, me dejaré el alma en cada línea que destine a mi libro de cuentos y trataré de asimilar como propias las inconveniencias que aquí hagáis constar (véase la sección Ciudadanos cabreados): entre todos igual podemos hacer algo. Espero no defraudar a nadie que pase por aquí. Sé lo que vale vuestro tiempo. Mucho.

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